La riqueza del monte, patrimonio y derecho de la sociedad
El Colegio de Ingenieros de Montes, en respuesta a las inquietantes noticias publicadas
en los medios de comunicación sobre la posible desamortización de montes públicos
pertenecientes al Catálogo de Utilidad Pública quiere recordar a la opinión pública
que:
Los montes públicos, y de manera particular los inscritos en el Catálogo de Utilidad
Pública, son parte sustancial de nuestra Naturaleza, representan uno de los pilares
clave para su conservación en España, son activos naturales estratégicos para la
política forestal del país y garantizan y materializan el derecho de todos los españoles
a disfrutar del medio ambiente que recoge el artículo 45 de nuestra Constitución.
Las desamortizaciones o enajenaciones practicadas sobre la propiedad forestal pública
en el siglo XIX tuvieron desastrosas consecuencias para nuestra Naturaleza que aún
hoy no hemos logrado reparar. Destruyeron cinco millones de hectáreas de capital
natural y los servicios de sus ecosistemas patrimonio de todos los españoles, crearon
un notable desasosiego social, desencadenaron una intensa deforestación, la destrucción
de valiosos hábitats, la erosión de los suelos, las inundaciones catastróficas,
incrementaron la riqueza de los especuladores y en absoluto resolvieron la buscada
liquidez de la Hacienda pública. Más bien incrementaron sus costos y los problemas
ambientales nacionales.
Regresar a los fracasados e irresponsables métodos desamortizadores del pasado para
tratar de solventar parte de las penurias de la caja pública no es la solución que
los españoles esperamos. La crisis y el déficit público no se resuelven enajenando
los montes de utilidad pública, auténticos monumentos de nuestra Naturaleza.
Reconocemos el trabajo anónimo y cotidiano de los funcionarios públicos al servicio
de la protección y defensa -incluida la indebida apropiación- de nuestros montes
y activos naturales públicos, y valoramos excepcionalmente su permanente dedicación
a la conservación e incremento del patrimonio forestal en aras de su uso y disfrute
por todos los españoles.
Los valores más profundos de la nación
Los montes y sus ecosistemas, particularmente los que constituyen el capital natural
público de España, representan los valores más profundos de la nación: son un legado
que con mucho esfuerzo nos han transmitido nuestros antepasados para que sean disfrutados
responsablemente por nuestra generación, y entregados en mejores condiciones a nuestros
sucesores.
Su contribución al bienestar económico y social de todos los españoles se visualiza
a través de su insustituible papel en el mantenimiento de la calidad del aire, del
agua, del suelo, del paisaje, de la regulación de avenidas, de la protección de
infraestructuras y núcleos urbanos, y del libre acceso al uso recreativo por todos
los españoles.
El valor o renta de estos y otros servicios de los ecosistemas forestales españoles
alcanza la cifra de 17.000 millones de euros anuales, lo que equivale a 650 euros
por hectárea en agua, sumideros de carbono, biodiversidad, paisaje y recreo entre
otros, lo que supone una elevada rentabilidad económica y social para la nación
de estos servicios ambientales.
Nadie vendería nuestro patrimonio histórico-artístico
Apelamos a la sensatez, prudencia y visión estratégica de nuestros legisladores
y dirigentes políticos en la toma de decisiones sobre asuntos tan trascendentales
para la nación como los montes públicos, infraestructuras naturales del país y patrimonio
de todos los españoles, con el fin de evitar los errores conocidos de nuestra historia
forestal. Las recientes iniciativas desamortizadoras de los activos forestales públicos
supusieron un sonoro fracaso social en el Reino Unido y una pérdida de credibilidad
para el gobierno Cameron, que tuvo que retirarlas y disculparse públicamente.
En España no se puede abrir una crisis ambiental como la que provocaría la venta
especulativa de valiosos activos públicos naturales, ventas que nos trasladarían
a momentos de la historia de España que no se deben repetir, desestabilizarían la
frágil seguridad de nuestros montes y pondrían en riesgo los beneficios generales
que proporcionan los montes de utilidad pública.
De la misma manera que nadie en nuestro país pensaría en la venta de nuestro riquísimo
y único patrimonio histórico artístico como solución económica a esta crisis, tampoco
nuestros tesoros forestales, que además son nuestros protectores, pueden ser descatalogados
y enajenados.
El Colegio de Ingenieros de Montes, fiel a sus obligaciones estatutarias, pondrá
al servicio de la sociedad todas sus capacidades en defensa del capital natural
público de España y de los valiosos servicios ambientales que prestan a todos los
españoles, al tiempo que muestra su predisposición par ofrecer las soluciones técnicas
y económicas más apropiadas para el mejor aprovechamiento y conservación de los
montes españoles.