Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), más de 5000 millones de personas utilizan los bosques y sus productos como alimentos, medicinas o como modo de vida. Los bosques son fuente de frutas, frutos secos, hongos, miel, raíces, semillas, tubérculos, hojas, carne de animales silvestres e insectos, esenciales todos ellos para la nutrición de cientos de millones de seres humanos, llegando a garantizar su supervivencia, especialmente en épocas de crisis cuando escasean otras fuentes de alimentos.
Además, mientras más de 2000 millones de personas dependen de la leña, el carbón vegetal y otros combustibles tradicionales para cocinar y calentarse, el 85% del agua que abastece las ciudades procede de cuencas boscosas.
En los países desarrollados como España, los alimentos de origen forestal suponen un complemento importante a la dieta y un enriquecimiento de nuestra gastronomía, como por ejemplo la extraordinaria variedad de setas comestibles o la carne de ganado criado en bosques y dehesas que proporciona productos tan extraordinarios como el jamón de bellota, la carne de caza…También los piñones y otras semillas, las bayas o frutas, plantas aromáticas, trufas, etc.
Todos estos productos se obtienen localmente de una gestión forestal sostenible que además contribuye a conservar y proteger nuestros bosques y otros espacios forestales, ayudando a la economía de los productores en la España rural despoblada. El COIM señala que es importante que, como consumidores, comprobemos que se trata de productos de proximidad, dado que productos locales como la miel o los piñones sufren la competencia de productos foráneos de menor calidad, que además no siempre tienen su procedencia en un manejo forestal sostenible bajo los criterios europeos.
Con el fin de garantizar este último aspecto, es importante conocer los sellos de certificación de la gestión forestal sostenible, FSC y PEFC, que garantizan al consumidor la trazabilidad de estos alimentos desde un bosque gestionado sosteniblemente.
Eduardo Tolosana, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes afirma “Queremos animar a todos a consumir estos productos y a reflexionar sobre que, entre los muchos recursos y servicios ecosistémicos que los montes nos proporcionan, está este rico y variado conjunto de alimentos, otra razón más para conservar aprovechando nuestro extraordinario patrimonio forestal y apoyar a las gentes que viven en y de nuestros montes. Entender el monte como una fuente de recursos, es también garantizar su conservación para las generaciones futuras”.