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Es cínico culpar a los bosques de los incendios

Autor: COIM . Publicado: 08/08/2016

La gravedad del problema de los incendios requiere de una información contrastada.

El Colegio de Ingenieros de Montes requiere a TVE la rectificación de la información recogida en el Telediario de las 15 horas del pasado 6 de agosto acerca de la causa del incendio que arrasó la Sierra de Gata hace ahora un año.

http://goo.gl/4kLHes (Minuto 16:53)

Repetidamente se ha recogido en las crónicas de incendios forestales que una de las causas del problema radica en la propia vegetación forestal. Se diferencian las especies entre pirófitas (combustibles) y no pirófitas a la vez de alinear con ello una pretendida autoctonía de las segundas. La pretendida plantación de pinos en los últimos 60 años, entendidos como altamente combustibles y exóticos, serían una causa importante de los incendios, mientras que la vegetación original de encinas y otras frondosas autóctonas hubiesen evitado tales males.

Esta interpretación es radicalmente falsa e induce a decisiones políticas equivocadas:

  • Los pinos ibéricos son tan autóctonos como las encinas y otras frondosas (quejigos, acebuche) como demuestran los análisis de polen y excavaciones arqueológicas, o la frecuencia de hornos de pez a lo largo de nuestra geografía.
    Las especies mediterráneas se caracterizan por comportamientos similares ante el fuego. Es cierto que el avance del fuego es más rápido en pinares que en encinares, pero lo es más aún en pastizales y matorrales. Por el contrario, la intensidad del fuego es mayor en encinares. La vegetación menos combustible es la caducifolia propia de los restringidos espacios de clima templado (Cantábrico) además de la propia de la alta montaña así como la de ribera. Se puede concluir que lo combustible es el clima y cualquier vegetación capaz de vegetar en clima mediterráneo es muy combustible. Las únicas formaciones forestales poco combustibles en la región mediterránea son las dehesas por la baja densidad del arbolado y nulo estrato arbustivo.
  • Pese a que el 70% de la superficie afectada por incendios en los pasados años es de matorral, a nadie se le ocurre culpar a esa forma de vegetación la causa de los incendios.
    Entre las causas de los incendios se diferencian las causas directas y subyacentes. Las directas son las causas del fuego naturales (rayos) o humanas (accidentes, negligencias, fuegos provocados), mientras que las subyacentes son básicamente el abandono rural y el crecimiento incontrolado de la vegetación forestal.

Acusar al bosque mismo de la culpa de los incendios constituye un ejercicio de cinismo dado que las causas directas son solo excepcionalmente naturales (5%) y las subyacentes claramente de naturaleza socioeconómicas y políticas. Si hay un responsable ese es la sociedad por no haber abordado provisoriamente la adecuada gestión de un creciente patrimonio forestal en un contexto de alto riesgo climático que se incrementa por el cambio climático. 

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