Valoración de la Jornada “BOSQUES POR EL CLIMA”

El bosque español compensa el 20% de las emisiones de CO2 que se producen en España, además de regular el ciclo hídrico, proteger los suelos y la biodiversidad y repercutir positivamente sobre nuestra salud. Pero ¿quién compensa al bosque por estos servicios prestados?, se preguntaba Javier de la Puente, presidente del Foro de Bosques y Cambio Climático, en la presentación de la Jornada Bosques por el Clima. De la Puente recordó que, según el Acuerdo de París, se deberán promover actuaciones para conservar y mejorar los sumideros de efecto invernadero, incluyendo los bosques. Y resaltó el papel de los bosques, como factor clave del nuevo modelo de desarrollo económico que se aproxima.  

La inauguración de la Jornada Bosques por el clima, celebrada el pasado miércoles 17 de mayo, corrió a cargo de Esperanza Orellana, directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal del MAPAMA. Orellana destacó en la necesidad de "descarbonizar" la economía y la contribución que realiza el bosque para lograr ese objetivo, tanto por su papel de sumidero de CO2 sobre el que se puede intervenir, como por ofrecer la madera como sustituto a los combustibles fósiles. 

"Según el inventario nacional de emisiones 2017, el sector de uso de la tierra y selvicultura mitigó más de un 10% de las emisiones brutas de origen antrópico en nuestro país en 2017. De esta cantidad, más del  95% está en la cuenta de los terrenos forestales, tanto en repoblaciones como en bosques ya establecidos", destacó la directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal.   

José Manuel Jaquotot, subdirector general de Silvicultura y Montes del MAPAMA, hizo hincapié en que  la gestión forestal tiene consecuencias positivas en el cambio climático. "El cambio climático ha sido capaz de sensibilizar a nuestros políticos, que ven en las políticas forestales la solución a ello. Debemos aprovechar esta inercia”, añadió. 

Participaron también en la jornada Rafael Calama y Marta Pardos, investigadores del INIA-CIFOR, que hablaron de la gestión forestal como herramienta de adaptación y mitigación al cambio climático. Agustín Rubio y Carmen Avilés, profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural, que trataron respectivamente la gestión forestal del carbono edáfico y la oportunidad del emprendimiento en el sector que ofrece el proyecto europeo ECOSTAR (www.ecostarhub.com). Martín Fernández, ‎coordinador de la unidad inventarios del MAPAMA, que explicó el sistema del Inventario Nacional de Emisiones y la contabilidad forestal. Y Esteban Jordán, de la empresa Ingeniería del Entorno Natural, que habló de las emisiones de carbono asociadas a los grandes incendios, y los sumideros de carbono en el marco del proyecto LIFE FOREST CO2. 

Clausuro la jornada el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas Briales, presidente de la Asociación Ingenieros de Montes Y representante de Juntos Por Los Bosques. En su intervención indicó que "la vegetación, la única variable gestionable, frente a la atmosfera, que genera el efecto invernadero y el océano, gran sumidero que no se puede gestionar ni garantiza una continuidad en el tiempo".  Insistió en que la vegetación "es la única que realmente genera los sumideros, porque compensa otras emisiones". Y habló de vegetación en sentido amplio porque "no todo son bosques en un país relativamente seco como el nuestro". Aunque recordó que "los bosques son los verdaderamente gestionables" 

Frente al criterio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) que obliga a contabilizar los flujos, "un camino imposible", abogó por mantener la simplificación europea basada en sotcks.  "los stocks, son lo importante basados en serie de diez años. No hay que mirar periodos concretos (flujos), porque es mucho más costoso de contabilizar y además aumenta exponencialmente el riesgo de errores". Como prueba indicó que "Los bosques más gestionados, la zona del corazón europeo, donde empezó la gestión forestal sostenible, junto con Japón, que también fue pionero, son los que tienen cada vez más stocks por hectárea. Evidentemente, con una buena gestión y consiguiendo que las emisiones de otros sectores bajen. O obstante, sino conseguimos que se reduzcan las emisiones podríamos padecer los peores escenarios de cambio climático por vendavales, incendios y sequías  ". 
Junto con el aumento de stocks, señaló el crecimiento del bosque en horizontal y en vertical. "Por desgracia nos estamos quedando en Europa sin territorio.  Y deberíamos focalizarnos más en el crecimiento vertical, porque los países con  bosques relativamente jóvenes, como el nuestro, es lo que podemos aportar". Recordó que en Europa se compensan entre el 11 y el 13% de las emisiones. Y en España, según el INIA basándose en el IFN el 20% "En definitiva, estamos en cifras con las que será imposible responder a este reto.  No solo es una oportunidad del sector forestal.  Como sociedad, como economía, si no incluimos los bosques activamente no van a salir las cuentas".  

 Como sumidero temporal, donde se ha conseguido ya la base legislativa, destacó la bioconstrucción. "La construcción en el futuro está en los países de vías de desarrollo. La solución no debe basarse en la importación de madera nórdica, sino en recursos propios como el bambú (techo de la T4 e Barajas). El bambú es un material importantísimo hacia la bioconservación en los trópicos y altamente sismoresistente". Y para que la bioconstrucción despegue "hay que buscar aliados, de lo contrario, el sector fósil, sea el cemento o el hierro, lo va a bloquear. El problema de la bioconstrucción de madera o bambú es que su estructura empresarial es de PYMES a diferencia de  los materiales clásicos altamente concentrados. Pero está avanzando pese a todo".  

 Recordó que hasta la entrada en vigor de lo acordado en París de forma vinculante, estamos en los mercados voluntarios. "Pero debemos prepararnos para cuando sea vinculante. El tema está en los detalles. De los 335 millones de toneladas de CO2 de emisiones de nuestro país, se prevé poder compensar un máximo del 9% , unos 29 millones de toneladas, menos de lo que dice los cálculos del inventario, pero aún así, una cantidad importante". Esto supone, en cifras de los mercados actuales, unos 150 millones de euros, pero si se valorasen a los 20 euros por tonelada de CO2, que es el precio objetivo llegaríamos a500 millones  que ya es una cantidad significativa".  
En lo referente a gestión forestal, hizo notar el error de que todo lo que se ha venido haciendo desde finales del XIX se tome por gratuito. "Los países en vías de desarrollo reciben dinero por reforestar aunque sea a menos tasa. Al final es el selvicultor de los países desarrollados el solidario con el de los países en vías de desarrollo y eso es tremendamente injusto, si tenemos en cuenta que estamos siendo  extremadamente  generosos en el caso de las ayudas agroambientales".  

Para concluir resumió la necesidad de actuar en cinco frentes: 

• Necesidad de acordar una doctrina internacionalmente reconocida sobre la tenencia de los servicios ambientales en similitud con la existente desde 201e el ámbito de la tenencia convencional rural aprobada en 2012.  El consenso existente no alcanza a los servicios ambientales cuya titularidad está en un limbo jurídico. Es un tema jurídico y político pendiente que la UE debía ir avanzando: quién es el titular, el receptor, los umbrales, niveles de referencia, adicionalidad, etc. Para la PAC cualquier circunstancia es un servicio ambiental mientras que  para Cambio Climático solo lo puede ser en condiciones extremas.
•  Unificación de términos: aunque en Google sigue predominando el concepto de servicios ambientales, existe una clara presión para modificar su denominación a servicios ecosistémicos, que implícitamente lanza el mensaje de que solo los puede generar la naturaleza intocable negándole la oportunidad tanto a las formaciones secundarias o seminaturales o incluso a las plantaciones intensivas desvinculándolos de la gestión forestal.   
• Bioceconomía: Lo básico es el emparejamiento de la demanda térmica, especialmente dispersa, y la bioenergía. Donde no llega la red del gas cualquier sistema energético es mucho más caro que el chip y el pellet pudiéndose generar electricidad por cogeneración como efecto secundario.  
• Bioconstrución, en España la madera aserrada se utiliza básicamente para palets en lugar de la construcción. El sector forestal tiene que dar un salto, la madera debe destinarse prioritariamente a la construcción más lá del encofrado. 
• Cambio climático: Mencionó finalmente que España tiene que tratar de que los criterios que quedan por fijar en la UE sean los más lógico posible para no generar efectos perfectos, como la exclusión de la regeneración espontánea o la doble contabilidad de incendios. De lo contrario, advirtió, "el sector no va a poder activar todo su potencial si se le ponen todo tipo de trabas, será perverso. Hay que aceptar el bosque en conjunto, si queremos que sea clave en el cambio climático".  

Resaltó también que estamos en un momento favorable, en el que "los partidos compitan por ser los que más contribuyan al tema forestal, y es importante que el sector sea capaz de unirse y dejar de lado pequeñas divergencias para lograr sacar adelante cuestiones pendientes desde hace mucho tiempo."