CONAMA 2022
Autor: COIM . Publicado: 28/12/2022 Última actualización: 10/01/2023
Sesión Técnica “Las claves para activar la gestión forestal sostenible en España, en un contexto de agravamiento del cambio climático y del riesgo de incendios forestales”
23-11-2022 IFEMA Madrid
Organizada por el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en colaboración con la Asociación Foro de Bosques y Cambio Climático, para el CONAMA 2022.
Claves del contexto
Ponentes:
- Álvaro Picardo Nieto, Asesor Junta de Castilla y León, Consejería Medio Ambiente
- Ismael Muñoz Linares, Director Altermedia Comunicación 2000 S.L.
España es un país marcadamente forestal, aunque la sociedad española no sea consciente de ello y con las alarmas estivales crea que nos estamos quedando sin bosques. España posee 28 millones de hectáreas de montes (bosques y otros terrenos forestales) de las cuales 18,6 millones son arboladas, y se estima que en 2050 se superen los 22,5 millones de hectáreas arboladas. Si queremos encauzar el problema de los incendios forestales hemos de poner el foco en la rentabilidad de las explotaciones y si no, el resultado será el abandono.
Los ecosistemas forestales no son primigenios sino fuertemente intervenidos. Para impulsar la gestión de los montes hay que motivar a sus propietarios forestales a través de su rentabilidad recurriendo entre otros: al asociacionismo para llevar a cabo la gestión de forma profesional movilizando a los más de 5 millones de propietarios; a la concentración de superficies de gestión (de al menos 500 hectáreas); a la mecanización de sus tratamientos y aprovechamientos; a la reducción de burocracia en los trámites y mayor agilidad. Se necesita también fomentar el arraigo familiar de los propietarios forestales; dignificar a los trabajadores forestales cualificados; incentivar las inversiones en el sector forestal, disminuir el exceso de intervencionismo de la Administración. Que el sector forestal sea reconocido como un sector primario que, en lugar de constituir un problema, sea clave para ofrecer extraordinarias oportunidades.
La comunicación forestal es la gran necesitada para contrarrestar los prejuicios de lo forestal que tiene la sociedad y para superar el falso debate entre conservación y gestión (como si fueran opciones independientes y opuestas) y que la información forestal para los medios de comunicación no esté solo vinculada a los incendios forestales. Los incendios y el cambio climático han puesto de manifiesto el mensaje incuestionable de que la gestión forestal es necesaria y en la actualidad los medios de comunicación recurren cada vez más a fuentes especializadas (técnicos, universidades, centros de investigación y otras entidades del sector, publicaciones). El sector forestal ha de facilitar esa información de calidad y promover un periodismo especializado.
Se propone comunicar lo forestal promoviendo la redacción de un “Decálogo de Información Forestal” redactado por actores del sector forestal en colaboración con periodistas para: divulgar la información científica sobre gestión forestal sostenible; popularizar terminología que permita una mayor cultura forestal social; dar al sector forestal un enfoque transversal relacionado con la economía, lo social y cultural a través de la difusión de buenas prácticas forestales; conocer el factor humano que hay detrás de cada actividad forestal; y fundamentalmente fijar un mensaje claro en favor de la gestión forestal como garantía de conservación de los bosques frente a sus grandes amenazas: el olvido y abandono, los grandes incendios y el cambio climático.
Mesa: barreras y frenos de la gestión forestal
Ponentes:
- Margarita de Gregorio Rodríguez, Coordinadora BIOPLAT - Plataforma Tecnológica Española de la Biomasa
- Marta Corella Gaspar, Alcaldesa de Orea e Ingeniera Técnica Forestal, Ayuntamiento de Orea
- Roberto Bravo, Presidente, Mesa Intersectorial de la Madera de Castilla y León
- Miguel Ángel Soto Caba, Co-responsable de la Campaña de Bosques, Greenpeace España
- Jacobo Feijoo Lamas, Presidente, Representante de UPA en asuntos forestales, Asociación Sectorial Forestal Galega (ASEFOGA)
Todos los ponentes coinciden en el exceso de burocracia para la ejecución de obras y aprovechamientos forestales, sean del tipo que sean. Se requiere una simplificación administrativa en todos los niveles
En el ámbito del aprovechamiento de biomasa se destaca la singularidad ibérica y, como gran peligro la confusión de la situación europea, con grandes centrales derivadas de la sustitución del carbón, con la española, donde hay un modelo distribuido: “local y de proximidad”, en relación con las próximas directivas europeas de renovables.
Se plantea como barrera generalizada en el sector forestal español el desajuste de escalas entre la atomización de la propiedad y la escala espacial requerida para la necesaria mecanización de los trabajos, incluida la incorporación efectiva de la digitalización.
Se plantea como freno relevante de la actividad forestal, ligado en parte al abandono rural, la escasez de mano de obra cualificada, que se percibe, además, como freno a la necesaria tecnificación del sector que se requiere para alcanzar la competitividad en el mercado actual.
La escasa visibilidad (y falta de identidad) del sector forestal, junto con la falta de un relato positivo de su actividad en la sociedad y la persistencia en la opinión pública de falsos dilemas y conflictos enquistados dificultan el apoyo social al sector. Visibilizar la gran paradoja de los movimientos no intervencionistas, que por un lado pretenden conservar sin tocar, a la vez que se pretende dar el salto a la bioeconomía.
Se necesita educar en gestión forestal, desde etapas tempranas en el sistema educativo, adaptando los contenidos a la comprensión de cada una para divulgar la necesidad de gestión del territorio, entendiendo que en zonas forestales la gestión del territorio es gestión forestal con una visión holística.
Reconocer el papel custodio de las comunidades forestales, que siendo ricas en patrimonio y prestando servicios ecosistémicos necesarios para el conjunto de la sociedad, se encuentran en una injusta indigencia económica. Romper la laxitud de las administraciones competentes en la gestión de los MUP, a la hora de cumplir los planes de ordenación, aprobados por ellas mismas y empoderar a los propietarios forestales, sobre todo a los propietarios de MUP.
Sigue faltando la integración monte-industria, que permita rentabilizar los aprovechamientos a escala local y beneficiar a las comunidades que realizan la custodia de los territorios forestales y sus recursos.
Hay que construir el rural del siglo XXI, en medio de un cambio de paradigma social, tecnológico y medioambiental. De nada vale la ordenación territorial si no hay gente en el territorio, gestionándolo con actividad. El territorio debe tener una lógica y una función productiva. No es cierto que el abandono suponga una oportunidad para la «renaturalización» sino que es una receta segura para la catástrofe estructural. Lo que no gestione el hombre lo gestionará el fuego.
Se echa en falta la ejemplaridad que debería ejercerse desde la gestión pública de los montes gestionados por las Administraciones, resultando, en casos, incluso competencia desleal para el sector privado.
Mesa buenas prácticas
Ponentes:
- Alejandro García Ordoñez, Presidente, Pinaster Servicios Medioambientales Sociedad Cooperativa
- Pedro Agustín Medrano Ceña, Director, Asociación Forestal de Soria
- Enrique Enciso Encinas, Socio fundador y CEO, Grupo Sylvestris S.L
Es fundamental la creación de cooperativas en los pueblos que generen oportunidades de empleo a partir de las multifuncionalidades del monte (resina, educación forestal, frutos rojos, etc.) y crear una estructura alrededor que genere también empleos indirectos (manufactura, transporte, envasado, venta de diversos productos obtenidos en el monte, etc.). Buen ejemplo de ello es la cooperativa de Tabuyo (León). La inversión en mecanización, en reestructurar lo agroforestal y la digitalización provocaría un salto de escala inmenso.
Se debería tener en cuenta los territorios y que la fiscalidad o figuras jurídicas deberían adaptarse a las difíciles circunstancias de esos pueblos con esa problemática demográfica y aplicar algún tipo de régimen “excepcional” en esos casos.
El grueso de la propiedad forestal no gestionada está en los pequeños propietarios y en la actualidad gran parte de estos no viven próximos a los montes ni se quieren dedicar al sector forestal por tener otras prioridades. Por ello el principal reto a superar es el abandono del sector y hacerlo consiguiendo motivación y orgullo por gestionar sus montes. La agrupación Montes de Socios de Soria, es el mayor movimiento cooperativo de gestión de la sociedad forestal española, donde el 100 % de los ingresos se reinvierten en el monte, consiguiendo una espiral exitosa impulsando la gestión forestal empoderando a los propietarios forestales, conformando una comunidad desde hace muchos años, recuperando el uso del territorio y la multifuncionalidad del monte, contribuyendo a la prevención de los incendios forestales y el acercamiento a los bosques de la población rural y en especial de las generaciones más jóvenes. En la estrategia forestal se habla de una regulación a los montes en estado de abandono que esperemos sea positiva para el sector y no sólo de buscar culpas y responsabilidades.
El proyecto “Motor verde” del Grupo Sylvestris y la fundación Repsol, con reforestaciones a gran escala para que las empresas compensen sus emisiones es todo un ejemplo por su gran impacto social y económico. La clave es conseguir financiación para realizar estos trabajos y que ésta revierta en su mayoría en el entorno local. Para ello, es fundamental que las administraciones impulsen la actividad. Hay recursos, hay profesionales… pero si la administración no se transforma en algo ágil y rápido en cuanto a las tramitaciones, pues se parará este motor porque la empresa privada y los fondos llevan otros ritmos y buscarán otros proyectos u otros intervinientes si no se mejoran los tiempos de respuesta y demás necesidades para este tipo de actividades.
Mesa: Propuestas para la mejora del marco institucional y el impulso del sector forestal
Ponentes:
- María Torres-Quevedo García de Quesada, Subdirectora General adjunta de Política Forestal y Lucha contra la Desertificación, MITERD - Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
- José Luis Palma Fernández, Letrado Mayor del Consejo de Estado, Consejo de Estado
- Miguel Fabra Crespo, Investment Manager, Stafford Capital Partners
- Olga González Raposo, Gerente, FAFCYLE - Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León
- Pedro Muñoz Barco, Director General de Política Forestal, Junta de Extremadura (Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio), Junta de Extremadura
La gestión de las masas forestales españolas implicaría la extracción de biomasa acumulada mediante operaciones selvícolas, permitiendo: evitar grandes incendios forestales al facilitarse el acceso a los montes y su extinción, disminuir su intensidad facilitando su extinción con el consecuente ahorro de recursos económicos y de emisiones; cambiar el modelo estructural basado en la extinción de incendios por un modelo basado en la ‘prevención’; aumentar la fijación de carbono en los montes, considerados como grandes sumideros naturales de carbono; movilizar biomasa forestal acumulada evitando impactos medioambientales negativos (plagas, enfermedades, etc.), y contribuyendo a la viabilidad económica del sector forestal y a la fijación de carbono.
Hay que conseguir una gestión activa para tener bosques bien conservados y resilientes que nos lleven a la transición ecológica y nos protejan de las amenazas, y que nos provean de productos que sustituyan a los que tienen mayor huella de Carbono y de servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar de la sociedad.
Se requiere una simplificación administrativa y de digitalización, ya que la administración es de las más intervencionistas en el sector forestal y se producen muchas demoras en los procedimientos. También debe haber una mayor coordinación y cooperación entre administraciones con la propia estructura de Gobierno (nacional, autonómica y local), sino también entre las administraciones responsables de agricultura, ganadería, caza, energía, construcción, etc. para que se dinamice el sector forestal.
La aprobación del nuevo Plan Forestal Español va a ser un instrumento que ayude a la activación de la gestión forestal no solo de los montes públicos sino también facilitará la gestión a los propietarios privados. Entre las medidas a tomar estaría el desarrollo normativo que regule incentivos económicos a montes ordenados; una fiscalidad más favorable a la gestión forestal; una mayor inversión pública y una movilización de la inversión privada a través de contratos territoriales.
Existen suficientes normas jurídicas sectoriales para ayudar en la gestión forestal sostenible sin necesidad de innovaciones relevantes. La combinación de la Ley de Montes estatal con las autonómicas ofrece suficiente apoyo jurídico como para resolver cualesquiera dudas o matices que pudieran ser necesarios. La legislación básica del Estado constituye el mínimo común denominador normativo para que las Comunidades Autónomas actúen sobre ella en sus legislaciones sobre montes.
Hay que encajar mejor el mundo forestal en lo agrario y que haya un reconocimiento del peso de lo forestal en la política agraria de gestión del territorio, garantizando políticas de ayudas directas al igual que las tienen las explotaciones agrícolas.
Hay que mejorar la comunicación con los propietarios forestales teniéndoles en cuenta, y se han de buscar mecanismos para continuar la gestión en propiedades forestales vacantes. Es necesario abordar el extensionismo forestal a través de una concentración parcelaria y para ello es requerimiento previo promover el movimiento asociativo de los propietarios forestales.
Es necesario atraer la inversión privada, y actualmente la más factible, por tener bastante demanda, es a través de fondos de Carbono vinculados a repoblaciones forestales o bien a través de fondos a la industria de la madera. Para invertir dinero en lo forestal se requiere que exista rentabilidad en esa inversión y también que haya en el país al que destinar el capital privado cierta facilidad institucional y que el país apueste por el desarrollo y la innovación de productos con demanda.