Historia de los Ingenieros de Montes (XII). Caza, pesca fluvial, acuicultura, granjas cinegéticas
Autor: CIM . Publicado: 23/08/2013
Una rápida búsqueda por la bibliografía relativa a la creación de los primeros espacios naturales protegidos nos lleva obligatoriamente a los primeros organismos que regularon la caza y pesca fluvial.
Al margen de la multitud de ordenanzas que se dictaron por muchos de nuestros mo-narcas desde tiempos inmemoriales, frecuentemente asociadas a las fincas de personajes vinculados a la nobleza, la creación, en 1928, por el ministro de Fomento del Consejo Superior de Caza y Pesca, representa un hecho importante para el desempeño de la defensa ci-negética de nuestro país, y en especial a la perteneciente a los Parques Nacionales.
En 1935, un nuevo Decreto del Ministerio de Agricultura de 21 de marzo otorgaba la presidencia de la Comisaría de Parques Na-cionales al director general de Montes, Pesca y Caza.
Al finalizar la guerra civil, la Ley de 4 de junio de 1940, recupera el Consejo Superior de Pesca, Caza y Parques Nacionales, abolido durante la República. Las competencias de di-cho Consejo pasaban por proponer medidas legislativas y de reglamentación referentes a la conservación, fomento y aprovechamiento de las especies que constituyen esta riqueza. Incluso todos aquellos asuntos que se refieran al mejor desarrollo del aspecto comercial y social de las industrias derivadas de la caza y de la pesca.
Corno señala don PÍO GARCÍA-ESCUDERO en su libro Los 100 primeros años de la Escuela Especial y el Cuerpo de Ingenieros de Montes, la reorganización del Consejo Superior permitió un impulso de la riqueza piscícola en distintas regiones españolas, y en especial en el norte de la Península, matizando textualmente:
"... riqueza piscícola, que se ha traducido en algunos ríos en un aumento considerable de la pesca, tan digna de nuestros ciudadanos, no sólo por su valor intrínseco, sino porque ella, bien ordenada, ha de fomentar uno de los deportes más general-zados y contribuirá a desarrollar el turismo."
La tan traída y llevada caza y pesca fluvial, objeto para unos de conservacionismo, para otros sirvió como una industria turística o deportiva, en muchos casos mal practicada, y en medio de ambos los ingenieros de Montes como herramienta instructora de Leyes, Decretos y órdenes, que por otro lado siempre intentaban poner orden en uno de los sectores mas complejos de nuestro campo de activi-dad. Sirva como ejemplo la dinámica jurídica e institucional del siguiente párrafo:
"En 1944, la Ley de creación del Consejo es derogada y en 1951 se crea el Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza. En 1953 se crea el Consejo de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales, con dos secciones, una de Pesca y otra de Caza y Parques Nacionales. En 1968, por Orden de la Presidencia del Gobierno, se regulaba la colaboración entre el Servicio de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales y la Administración Turística. Esta colaboración, en lugar de ser simbiótica, tuvo carácter parasitario, ya que no se proponían modelos de turismo compatibles con el medio, sino como un reclamo de desarrollo especulativo. En 1970 se aprueba la Ley de Ca-za. En 1971 se crea ICONA...."
Escala salmonera de Puente Viesgo. Río Pas, Santander (1956).
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